El abanico de boda y el abanico de novia
Muchas veces se utiliza el término “abanico de boda” como sinónimo de “abanico de novia”.
Para mí los abanicos de boda son aquel que porta la novia (“Abanico de novia”), pero también pueden ser los que se les da a los invitados como recuerdo del día de una celebración de boda.
El "abanico de novia”, ocupa un lugar destacado dentro del estudio de los tipos de abanicos. Ellos toman parte en un importante momento en la vida de una mujer.
¿Por qué se caracteriza un abanico de novia?
Hoy en día el abanico de novia es un abanico de color blanco o blanco roto, que hace juego con el traje nupcial. Hecho para la ocasión, suele ser un abanico de alta calidad, de maderas noble y con mayor o menor suntuosidad, según el gusto de su portadora.
El abanico de boda sin duda completa el look de la novia, dándole un carácter refinado y elegante.
Origen del abanico de boda.
El abanico de boda encuentra su origen en el siglo XVIII en Europa. En esta época se puso de moda entre los nobles que el novio regalase un abanico a su prometida en el momento de la pedida. Este uso se prologó a las clases más bajas y perduró a lo largo del siglo XIX*.
Los abanicos de boda estaban hechos con ricos materiales: varillajes de marfil, hueso y nácar y países de seda y encajes. Eran decorados con pintura e incluso incrustaciones de oro y plata. En la tela se pintaban:
escenas amorosas de parejas;
escenas simbólicas relativas al matrimonio inspiradas en pasajes mitológicos, históricos o bíblicos;
rosas (esta flor simbolizada el amor);
guirnaldas de flores (símbolo del matrimonio);
corazones, en el Renacimiento se pensaba que era el órgano que controlaba los sentimientos amorosos;
retratos de los novios;
iniciales de los novios entrelazadas *.
El abanico de bodas de mi abuela.
Así como hoy hay quien invierte bastante en un lujoso anillo de piedras preciosas, en aquel momento se pagaba por un lujoso abanico. Aquí os muestro el abanico que mi abuelo regaló a mi abuela para la pedida.
Se trata de un abanico con varillaje de hueso decorado con finos calados y pintura dorada. El país se encuentra entelado por ambas caras. La frontal es de fina seda. La posterior es de un fino tul. La cara principal está pintada a mano con delicadas florecillas tonos pastel. En el centro de la composición se ve una joven a la que un amorcillo está susurrando algo al oido. La tela está decorada también con finas lentejuelas, que aunque hoy en día no sean de gran gusto, en aquél entonces daban un brillante toque de suntuosidad a la decoración.
El abanico fue fabricado en una de las casas de abanicos de Aldaia (Valencia), donde desde finales del siglo XIX se centraba toda la producción española y mayor parte de Europa. Hoy en día se conservan abanicos como este en varias familias de Aldaia.
Mi abuelo trabajaba de contable en una gran ferretería en Madrid en la calle Caballero de Gracia, n° 14. En el número 15 de esa misma calle se encontraba una de las varias tiendas especializadas en abanicos de la ciudad, A.L. Serra. Allí debió de comprar mi abuelo el abanico para su prometida. Hoy en día esta tienda ya no existe.
Mis abuelos se casaron en 1931. En 1936 comenzaba la guerra civil española. Tuvieron 5 hijas. Mi abuela siempre guardó con especial cariño aquel abanico y lo usó orgullosa en ocasiones especiales: bodas, bautizos o en veladas con mi abuelo.
Abanicos de boda para invitados.
Junto a los abanicos de novia están los abanicos para invitados. Estos son los abanicos que la pareja de novios regalan como recuerdo de bodas. No necesitan ser muy caros. Se les puede poner algún colgante con la fecha del enlace y los nombres de los contrayentes. Pero algo muy bonito es también que los novios lo escriban de su propia mano, por ejemplo, en el reverso de la cabera (esto es la varilla exterior). Esto da un toque personal al recuerdo. Terminado el evento podrán llevárselos para seguir utilizando en días calurosos.
Es España es muy común este recuerdo de boda. Igual que los invitados ofrecen regalos a los novios, estos les dan un recuerdo del día a sus familiares y amigos acompañantes. Tradicionalmente, los hombres recibían un buen puro, mientras que las damas eran obsequiadas a menudo con el abanico.
En los últimos años la moda de fumar ha ido en decadencia. La ecología y el pragmatismo han cobrado importancia. Por eso los puros a menudo se sustituyen por abanicos oscuros para los caballeros, quienes han recibido el cambio con gran placer.
El abanico del novio
Si los invitados caballeros también reciben abanicos, por qué no ataviar también al novio con una de estar maravillas contra el calor. Un discreto abanico de caballero puede contribuir a un perfecto partner look con la novia, además de ser muy útil para mitigar los calores del día de boda.
Abanico como recuerdo de boda
Los abanicos de boda, tanto para novia como para invitados, son recuerdos de boda muy acertados. Las bodas siempre son eventos muy “acalorados”:
Suelen tener lugar en verano
La celebración se hace en un salón cerrado
Se despiertan muchas emociones
Los brindis y el buen vino para la celebración hace que suba la temperatura
El baile al final de la velada es el mejor ejercicio para bajar la comida.
Es por ello que tanto el abanico de novia como los de los invitados serán sin duda un regalo muy bienvenido y uno de los recuerdos de boda más apreciados.
Abanicos de novia, abanicos para invitados en diferentes colores. ¡Pon un toque de glamour, elegancia y pragmatismo a tu fiesta con nuestros abanicos de boda!
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* Eduard Moureau y Fábrica Alexandre, Mercedes Rodríguez Collado, técnico de museos. Museo del Romaticismo (Madrid), Junio 2010
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